*
Recibido: 22 de agosto de 2012. Aceptado: 30 de septiembre de 2012.
**
Investigador titular en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
UNAM
, México (
f_paoli_bolio@hotmail.com
).
RESUMEN
En México se ha venido consolidando una ten-
dencia en los partidos políticos, nacionales y
locales, a formar coaliciones de diverso tipo.
Estas experiencias en las que dos o más par-
tidos llegan al acuerdo sobre algún proyecto y
también se coaligan para lanzar juntos candi-
daturas a diversos puestos de elección popular,
puede ubicarse muy claramente a partir de las
elecciones federales de 1988.
PALABRAS
CLAVE
:
Partidos políticos, coali-
ciones partidistas, elecciones, México, sistema
electoral mexicano, democracia, ley electoral.
ABSTRACT
Mexico has been consolidating a trend in po-
litical parties, national and local, to form coa-
litions of various kinds. These experiences, in
which two or more parties to reach agreement
on a project and also jointly commit to launch
applications for various elected positions, can
be appreciated very clearly from the federal
election of 1988.
KEY
WORDS
:
Political parties, partisan coali-
tions, elections, Mexico, Mexican electoral sys-
tem, democracy, electoral law.
Tiempo de coaliciones: cinco lustros
de elecciones en México*
Time of coalitions: five decades
of elections in Mexico
Francisco J. Paoli Bolio**
REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS
DE PUEBLA, MÉXICO, ISSN: 1870-2147. AÑO VI
NO. 30, JULIO-DICIEMBRE DE 2012, PP. 136-148
IUS
137
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
Sumario
1. Formación de coaliciones
2. El sistema de partidos en México y sus coaliciones
3. Algunas características de los partidos y sus coaliciones
4. Tripartidismo competitivo
5. Coaliciones parlamentarias
6. Coaliciones electorales y de gobierno
7. Para sacar conclusiones…
8. El futuro inmediato: signi±
cado de
MORENA
. ¿Será un nuevo partido?
1. Formación de coaliciones
La formación de coaliciones se puede estudiar mejor si se analizan no los par-
tidos aislados sino el Sistema de Partidos (
SP
). En este apunte pretendo dibujar
algunos rasgos del
SP
en México sin caracterizar en detalle a cada uno de ellos.
Me concentraré en algunos elementos que nos dejen ver al sistema como con-
junto, es decir, analizaré la
interactuación
entre los partidos.
Maurice D
UVERGER
dice que un
SP
se conforma cuando un conjunto de ellos
en un país actúan durante un periodo relativamente largo, o cuando el conjunto
de partidos opera de manera estable en una nación. El mismo D
UVERGER
1
apunta:
“El sistema de partidos en un país es un elemento esencial de sus instituciones
políticas: tiene tanta importancia como los órganos oF ciales del Estado esta-
blecidos por la Constitución”. Además, el famoso politólogo francés nos da otra
pista sobre los sistemas electorales: ellos tienen in± uencia en el tipo de sistemas
de partidos que se forma en un país y, desde luego, en los rasgos del sistema
político en su conjunto. A
GUILERA
DE
P
RATT
2
propone algo que me ha parecido
muy sugerente para el análisis: el estudio de un sistema de partidos “permite
comprender adecuadamente el funcionamiento de los regímenes políticos, estu-
diándolos de modo global, pero sólo puede aF rmarse que aquel existe cuando
su estructura y formas de interacción se han consolidado”.
Por su parte, M
ELLA
M
ÁRQUEZ
3
nos hace una advertencia que complementa la
aF rmación anterior de D
UVERGER
y que nos pone sobre aviso:
La interrelación entre un sistema político y su sistema de partidos es tan estrecha
que no es raro encontrar autores que caracterizan al primero por el segundo […] el
1
Instituciones políticas y derecho constitucional
, Ariel, Barcelona, 1996, p. 167.
2
A
GUILERA
DE
P
RATT
, C.
Balance y transformaciones del sistema de partidos en España (1977-1987)
, Universidad de
Barcelona, Barcelona, p. 167.
3
M
ELLA
M
ÁRQUEZ
, M. (ed.).
Curso de partidos políticos
, Akal, Madrid, 2003, p. 198.
138
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
estudio del sistema de partidos no es una tarea fácil; son éstos de naturaleza cam-
biante y generalmente los diferentes enfoques de que disponemos sobre los mismos
pronto quedan obsoletos y apenas proporcionan algo más que una línea de partida
para estudiarlos.
El número de partidos que participan en los procesos electorales es el primer
dato que debemos analizar.
4
Después sus estructuras internas y su ideología
(principios, programas) nos ayudan a detectar los posibles puntos de coinciden-
cia entre ellos, porque pueden conducir a las alianzas, coaliciones o acuerdos, y
también advertir los desacuerdos o puntos de confrontación más enconados, lo
cual tiende a evitar o diF cultar las coaliciones entre ellos.
2. El sistema de partidos en México y sus coaliciones
En México se ha venido consolidando una tendencia en los partidos políticos,
nacionales y locales, a formar coaliciones de diverso tipo. Estas experiencias en
las que dos o más partidos llegan al acuerdo sobre algún proyecto, y también se
coaligan para lanzar juntos candidaturas a diversos puestos de elección popular,
puede ubicarse muy claramente a partir de las elecciones federales de 1988,
cuando cuatro partidos (
PARM
,
PPS
,
P±CRN
5
y
PMS
) apoyaron la candidatura presi-
dencial del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
En términos teóricos, podemos hablar de tres tipos de coaliciones: las electo-
rales, las parlamentarias y las de gobierno. En los sistemas bipartidistas no se dan
casi las coaliciones electorales, ni de gobierno, sino que sólo se registran coali-
ciones parlamentarias. Las coaliciones no sólo ayudan para analizar la compe-
tencia entre los partidos y fuerzas políticas, sino también para resolver con² ictos
y destrabar decisiones importantes para un país en el orden social, económico,
cultural y aun religioso. Sirven para articular las demandas políticas y contribuir
a la construcción de la gobernabilidad democrática.
Las coaliciones de partidos no son nuevas en México. Tenemos referencias
de tiempos ya lejanos cuando el partido “casi único” fuera aliado al
PPS
y el
4
“El número de partidos indica inmediatamente, aunque sólo sea de modo aproximado, una característica
importante del sistema político: la medida en que el poder político está fragmentado o no fragmentado, disperso o
concentrado. Análogamente, con sólo saber cuántos partidos existen estamos alerta al número de posibles ‘corrientes
de interacción’ que intervienen”, S
ARTORI
, G.
Partidos y sistemas de partidos: marco para un análisis
, Alianza Editorial,
Madrid, 1999, p. 151.
5
Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, ya desaparecido. Los tres primeros partidos
mencionados registraron la candidatura de Cárdenas y apareció en la boletas electorales. El Partido Mexicano
Socialista lanzó originalmente la candidatura de Heberto Castillo, quien faltando un mes para la elección declinó a
favor del ingeniero Cárdenas.
139
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
PARM
. Pero entonces no teníamos un verdadero
SP
compitiendo e interactuando,
como ocurre en la última etapa que se analiza en este estudio, cuando se forma
el sistema tripartidista, que podemos caliF car como de “pluralismo moderado”,
en términos de S
ARTORI
.
6
Esto ocurre a partir de 1989, en el que aparecen tres
partidos fuertes y competitivos,
PRI
,
PAN
y
PRD
, acompañados por otros de menor
tamaño o que han conquistado menos posiciones en elecciones populares.
Veamos ahora qué fuerza relativa han tenido los partidos en las últimas nueve
elecciones federales, de 1988 a 2012, representadas en los porcentajes de dipu-
tados y curules obtenidas por los tres partidos mayores del sistema. Se presentan
en un cuadro que contiene los porcentajes de votación y las curules obtenidas
por los partidos políticos mayores en las elecciones federales que tienen lugar ya
con el nuevo
SP
que se forma en nuestro país desde hace un cuarto de siglo. Se
trata de un sistema que se articula en función de tres fuerzas políticas funda-
mentales (
PRI
,
PAN
y
PRD
) y otros cuatro partidos (
PT
,
PVEM
, Movimiento Ciudadano
y
PANAL
) que se van aliando con los tres mayores.
V
OTACIONES
POR
DIPUTADOS
Y
CURULES
ASIGNADAS
POR
PARTIDO
EN
LAS
ÚLTIMAS
OCHO
ELECCIONES
±EDERALES
Año
Partido
Porcentaje
Curules
1988*
PRI
51.22
263
PAN
16.96
101
FDN
30.89
114
1991
PRI
61.40
320
PAN
17.7
89
PRD
8.3
41
1994*
PRI
50.55
300
PAN
26.91
119
PRD
17.22
71
1997
PRI
39.97
239
PAN
27.20
122
PRD
26.29
125
2000*
PRI
36.89
209
PAN
38.24
223
PRD
-Coalición
18.68
68**
6
S
ARTORI
, G.
Partidos y sistemas de partidos
, Alianza, Madrid, 1992.
140
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
Año
Partido
Porcentaje
Curules
2003
PRI
32.78
224
PAN
24.71
150
PRD
18.77
97
2006*
PRI
22.72
106
PAN
36.69
206
PRD
36.11
124
2009
PRI
47.40
237
PAN
28.60
143
PRD
14.20
71
2012
PRI
41.40
207
PAN
23.00
114
PRD
20.00
101
*
Elección presidencial
**
Se suman las curules de los partidos
PT
,
PSN
y
PAS
, que fueron electos por una coalición.
Este cuadro deja ver la consolidación de un sistema de partidos, con tres forma-
ciones fundamentales:
PRI
,
PAN
y
PRD
. Entre estos partidos ocupan el mayor por-
centaje de bancas en las cámaras legislativas
7
se acerca frecuentemente al 90%.
También puede advertirse el peso de cada uno de ellos y cómo el partido que
gana la presidencia logra el mayor número de diputados: el
PRI
en las elecciones
de 1988, 1994 y 2012, y el
PAN
en 2000 y 2006. También podemos ver que el
partido político nacional con mayor fuerza relativa y mayor implantación en los
distritos del país (300) es el
PRI
, con la única excepción de la elección (presiden-
cial) de 2006, en la que el
PRI
llegó en tercer lugar y su número de diputados
apenas rebasó los 100 con el 22% de las curules, mientras en todas las elecciones
tuvo arriba del 30%, y entre 200 y 300 diputados. Este último es el máximo que
puede tener un partido político.
El
PRD
ha tenido un porcentaje de votos y de curules que gira entre el 14% y
el 20%. Las elecciones en las que el
PRD
llega a contar con mayores porcentajes
de diputados son: la primera con la coalición de 1988, en la que Cuauhtémoc
Cárdenas es el competidor más dinámico del
PRI
, y la de 2006, en la que la can-
didatura de Andrés Manuel López Obrador (
AMLO
) alcanzó cerca del 35% de los
votos, y en 2012 que logra 101 diputados. Lo anterior es indicativo de la menor
implantación del partido amarillo en los distritos del país.
7
El cuadro se reF
ere a la Cámara de Diputados, pero en la de Senadores hay proporciones semejantes de los partidos.
141
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
También hay que indicar que el
PVEM
se alió en la elección presidencial de
2000 al
PAN
y sostuvo la candidatura presidencial de Vicente Fox; pero a partir
de 2001 se ha venido coaligando sistemáticamente con el
PRI
. En 2012 las coa-
liciones del
PRI
con el Partido Verde hacen crecer notablemente a esta última
organización política que logra un número de 33 diputados.
En la Coalición Progresista de Izquierda de 2012, el
PT
alcanzó 19 diputados,
y el
MC
obtuvo 16. El
PT
fue un partido muy apoyado por el líder de la izquierda
en diversas elecciones locales. De hecho, el coordinador de la campaña de
AMLO
,
Ricardo Monreal, se pasó del
PRD
al
PT
, y promueve ampliamente a ese partido.
La coalición entre los tres partidos de izquierda,
PRD
,
PT
y
MC
, ha sido una que ha
funcionado en la mayor parte de las elecciones nacionales y locales desde 2000
a 2012.
3. Algunas características de los partidos y sus coaliciones
El sistema de partidos actual está integrado por entidades de diverso tamaño y
con formas de organización distintas. En relación con la ideología, habría que
decir que si bien tienen fraseos diversos para sus propuestas, tres de los siete
pueden ser identi± cados como socialdemócratas:
PRI
,
PRD
y Movimiento Ciuda-
dano (antes Convergencia), aunque sólo dos están a± liados a esa internacional.
El
PT
se identi± ca más bien con los partidos comunistas o socialistas arcaicos,
aunque en los últimos doce años ha sido el partido más favorecido y utilizado
por el caudillo de la izquierda:
AMLO
. Recuérdese el caso de “Juanito” en la elec-
ción del jefe delegacional de Iztapalapa en 2012.
El
PANAL
es fundamentalmente un partido gremial vinculado con el Sindicato
de Trabajadores de la Educación (
SNTE
) y a± liado a la Internacional Liberal. En
las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, este partido tuvo candidatos pro-
pios: Roberto Campa Cifrian y Gabriel Quadri de la Torre; el primero tuvo un
porcentaje de votación inferior al 0.5%, y el segundo logró una votación del 2%.
El
PVEM
es un partido ecologista
sui generis
, que no reconocen muchos otros
partidos verdes del planeta y, como quedó apuntado; los últimos once años
(2001 a 2012) ha estado aliado al
PRI
, aunque no en todas las elecciones locales
o de diputados (distritales) uninominales.
Y el
PAN
es un partido a± liado a la corriente internacional demócrata cris-
tiana, llamada en los últimos tiempos en Europa “democracia de centro”. El
PAN
,
a diferencia de otros partidos democristianos de la región,
8
es un partido de
8
Hay algunos partidos democristianos latinoamericanos que pueden ser clasif
cados como de centro izquierda,
el más notable de ellos el chileno, que ha realizado una alianza con el Partido Socialista, primero para combatir al
142
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
centro derecha, que ha sido penetrado ampliamente por grupos ultramontanos.
En las elecciones presidenciales de 2006 y 2012 ha ido solo, sin coalición, pero
en las locales y municipales de 2010 y 2011 y anteriores se alió con diversos
partidos en coaliciones que fueron exitosas, con el
PRD
,
PT
,
PANAL
y Convergencia.
Los casos más notables fueron la alianza del
PAN
con los partidos mencionados,
en 2010, en Oaxaca y Sinaloa. En las elecciones del estado de Puebla, el
PAN
fue
unido en coalición con el
PANAL
, lo mismo que en 2011 lo fue en Michoacán con
ese partido magisterial.
4. Tripartidismo competitivo
Se destaca pues, que sólo tres de los siete partidos nacionales registrados son
“competitivos”,
9
atendiendo a que tienen una implantación nacional amplia,
cuentan con gobernadores
10
y grupos parlamentarios en ambas cámaras federa-
les, y en un número muy amplio de congresos locales. La implantación nacional
mayor la tiene el
PRI
, no sólo por contar con veinte gobernadores (veintiuno si se
considera también al que logró en Chiapas 2012, la coalición
PVEM
-
PRI
, aunque el
candidato no es priísta sino verde) sino por tener amplia organización territorial
y corporativa en las treinta y dos entidades de la Federación. En la mayor par-
te de ellas hay un sistema local bipartidista: dos partidos que verdaderamente
compiten, uno de los cuales siempre es el
PRI
,
11
con lo cual aparece con una pre-
sencia generalizada y la mayor capacidad para ofrecer prebendas a los electores.
Su experiencia en la conquista del voto mediante la entrega de bene± cios a los
votantes es sin duda la más desarrollada. Los partidos mayores se han convertido
pinochetismo y después para hacer una coalición de gobierno y parlamentaria que se conoce con “la concertación”.
En Argentina también hubo partidos y grupos socialcristianos que se sumaron a formaciones de izquierda, e incluso
se adhirieron a la rebelión peronista de izquierda conocida como el grupo de “montoneros”.
9
El indicador de la capacidad para competir es fundamental para entender y clasiF
car un sistema de partidos. La
condición de competitivo la alcanza un partido considerando el número y proporción de los votos y de escaños que
obtiene. Tomo como un indicio de capacidad competitiva el recibir en procesos electorales consecutivos más del
10% de los votos en el país.
10
20 el
PRI
, 6 el
PAN
(Aguascalientes, Baja California, Jalisco, Morelos y Tlaxcala), y 6 el
PRD
(Baja California Sur, Chiapas,
Distrito ±ederal, Guerrero, Michoacán y Zacatecas).
11
S
ARTORI
dice que un camino para analizar un sistema de partidos políticos es su capacidad de competencia.
Sin duda, el
PRI
tiene la mayor estructura, inserción en la sociedad, dirigencia y recursos de diverso tipo para la
competencia electoral. Compite realmente sólo con el
PAN
en: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur,
Campeche, Durango, Puebla, Sinaloa, Sonora, Veracruz, Yucatán; con el
PRD
compite en Chiapas, Guerrero, Michoacán,
Tabasco y Zacatecas. En los estados donde el
PRI
compite con el
PAN
, el
PRD
tiene una debilidad notoria; en los que
compite con el
PRD
, el
PAN
recibe una proporción muy reducida de la votación, lo que acentúa el fenómeno del
bipartidismo en las entidades, aunque no sea el mismo en todas. El Distrito ±ederal es un caso de los pocos en los
que hay cierta competencia tripartita, aunque el
PRI
está muy debilitado. Hay otros estados en los que ha crecido el
tripartidismo como Michoacán y Sinaloa.
143
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
en instrumentos de reparto populista, compra y coacción del voto, allí donde
han ganado posiciones importantes, fundamentalmente en las entidades en las
que han ganado gobiernos.
5. Coaliciones parlamentarias
En los regímenes presidenciales, sobre todo en los que no se requiere obtener
mayoría absoluta en la Cámara de Diputados para gobernar, tampoco se pactan
formalmente coaliciones de gobierno. Este último es el caso de nuestro país.
12
Las segundas pueden realizarse antes de operar la legislatura, como lo han hecho
el
PRI
y el
PVEM
, antes de que se instalara la
LXI
(sexagésima primera) Legislatura.
Estas coaliciones pueden ser generales, para diverso tipo de asuntos, o sólo ha-
cerse en función de ciertas propuestas programáticas o iniciativas de ley. Ya ins-
tituida la
LXI
Legislatura, los partidos de izquierda,
PRD
(71 diputados), del
PT
(13
diputados) y Convergencia (6 diputados), han anunciado la formación de una
alianza parlamentaria, sin precisar si será para todos los temas o sólo para algu-
nos. La legislación mexicana no prescribe el registro de esas coaliciones y menos
el contenido de sus pactos, sino solamente establece la necesidad de registrar los
grupos parlamentarios, sus integrantes y su coordinador. Además de coaliciones
que son pactos permanentes y que pueden durar una legislatura completa (tres
años), se dan, en la práctica, acuerdos entre los grupos parlamentarios para sacar
adelante iniciativas concretas. Y esos acuerdos se hacen sobre la marcha, aunque
por las experiencias del Congreso, tenidas a partir de la
LVII
Legislatura (1997-
2000), cuando ningún partido alcanzó la mayoría absoluta, se puede tener una
serie de acuerdos interpartidarios, como los que se vienen haciendo anualmente
en estos cinco lustros para aprobar leyes y presupuestos.
Lo primero que destaco es que la mayor cantidad de acuerdos y los más
relevantes se han referido al Presupuesto de Egresos de la Federación (
PEF
), que
anualmente, desde 1997, han sido aprobados por una amplia mayoría, fre-
cuentemente cercana a la unanimidad, lo que nos habla de una capacidad de
negociación de los partidos y especí± camente de sus grupos parlamentarios. La
12
Hay un buen número de países con regímenes presidenciales en los que si se requiere mayoría absoluta para formar
gobierno; cuando ningún partido alcanza esa mayoría, se abre una
segunda vuelta
a la que sólo pueden concurrir
los candidatos de los partidos que alcanzaron los dos primeros lugares. Esto induce la formación de coaliciones
electorales de los partidos que no alcanzaron los dos primeros lugares con alguno de los dos delanteros. Estas
coaliciones electorales, implican compromisos para que el candidato triunfante entregue posiciones de gobierno a
los partidos con los que se coaligan. En el caso de México no se ha establecido legalmente el proceso de segunda
vuelta. Después de los apretados resultados de la elección de 2006, debiera pensarse seriamente en establecer ese
procedimiento, que conduciría naturalmente a realizar un proceso que legitimaría mucho más ampliamente al
gobernante.
144
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
aprobación del
PEF
durante once años (1997-2008) se ha hecho a través de un
acuerdo sustancial entre el
PRI
y el
PAN
, que han representado juntos el 80% o más
de los diputados. El
PRD
, que ha sido, en términos promedio, la tercera fuerza,
sabiendo que el
PEF
va a ser aprobado con el acuerdo del
PRI
y el
PAN
, entran al
mismo planteando una serie de propuestas que, si son aceptadas, comprometen
a sus diputados a aprobar el
PEF
en lo general. En estos acuerdos normalmente
todos los partidos se reservan artículos, rubros o partidas para hacer propuestas
en lo particular. Esto último da una gran ± exibilidad para los acuerdos, ya que
cada grupo parlamentario puede dejar patentizadas ante su electorado sus plan-
teamientos programáticos.
Es indispensable subrayar que los acuerdos congresionales tienen estímulos
negativos y positivos. El primer estímulo, y probablemente el más fuerte, es
negativo: las consecuencias de no aprobarse en tiempo y forma el
PEF
del año
siguiente es la amenaza para todos de caer en un profundo pozo negro que
traería problemas económicos para todos los mexicanos y, por ende, para to-
dos los partidos. Los estímulos positivos los tienen los diputados, alcanzando
cambios importantes en los montos de las partidas que propone el Ejecutivo y
modi² can los legisladores para atender, de distinta manera, sectores sociales;
muy particularmente para lograr que el gasto que pueden hacer las entidades de
la Federación y los programas sociales se amplíen. Estos estímulos económicos
han permitido el mantenimiento de una cierta estabilidad y aun subsistencia
aunque sea precaria del sistema presidencialista. Y eso ha sido en gran medida
posible en virtud de los ingresos petroleros que otorgaban a los negociadores
presupuestales del gobierno y los legisladores, un margen signi² cativo para ne-
gociar. Pero ante la reducción sustantiva de los ingresos petroleros, este margen
de negociación se hace más pequeño, y el sistema presidencialista tiene una base
menor de soporte.
Lo que se destaca, en segundo término, después de los acuerdos presupues-
tales, es que en materia económica, las coaliciones parlamentarias que logran
los partidos en materia económica, en términos generales, tanto para leyes como
para presupuestos, se dieron en una primera etapa entre el
PRI
y el
PAN
. En una
segunda etapa han venido incrementándose los acuerdos en esta materia, entre
el
PRI
y el
PRD
. Un rubro especialmente indicativo de estas relaciones, que ha mos-
trado coincidencias entre el
PRI
y el
PRD
, ha sido el de la regulación energética,
particularmente la petrolera. No se han aceptado las propuestas del presidente
en los dos últimos periodos presidenciales, ni de su partido el
PAN
. Lo que ha
ocurrido es que los otros partidos las han transformado, reducido o modi² cado
signi² cativamente. Puede decirse que el
PAN
ha ido a remolque en esta materia,
como el
PRD
lo ha hecho en materia presupuestal.
145
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
En los sexenios presididos por Carlos Salinas (1988-1994) y Ernesto Zedillo
(1994-2000),
PRI
y
PAN
participaban de la misma política económica. En una
segunda etapa (gobiernos de Fox, 2000-2006, y Calderón, 2006-2012), el
PRI
empezó a plantear ligeramente su separación de lo que se ha llamado el esquema
“neoliberal” y a acercarse a algunas posiciones más cercanas al
PRD
.
En materia electoral, los acuerdos entre los tres partidos mayores han sido
bastante amplios. Uno muy notable ha sido el que lograron para la reforma
constitucional (2007) y legal (2008) en este ámbito. Aunque habría que destacar
que antes de esa última gran reforma electoral, el
PRD
había tenido un desenten-
dimiento mayor con los otros dos partidos, porque en la integración del Consejo
General del
IFE
de 2003 no fue tomado en cuenta, como si lo fue en la integra-
ción del Consejo anterior, presidido por José Woldenberg (1996-2003). Este des-
acuerdo repercutió fuertemente en el procesamiento de la elección presidencial
de 2006 y en la que se vio como necesaria la modi± cación de los integrantes del
Consejo General del
IFE
, empezando por el consejero presidente.
13
6. Coaliciones electorales y de gobierno
Es conveniente reparar en que en las elecciones presidenciales mexicanas de
1988, 1994, 2000, 2006 y 2012 hubo coaliciones. La izquierda en el nuevo
sistema mexicano de partidos es la más coalicionista. De hecho apoyaron la can-
didatura de Cárdenas en 1988 cuatro partidos, como expusimos, y en todas las
elecciones presidenciales subsiguientes, la izquierda fue en coalición, articulada
en torno del
PRD
y sus candidatos presidenciales.
14
Pero no sólo la izquierda ha
usado las coaliciones, sino que en la de 2000, el
PAN
y el
PVEM
fueron unidos en
apoyo a la candidatura de Vicente Fox. Y que el
PRI
fue aliado en las elecciones
de 2006 y 2012 con el
PVEM
.
Para las elecciones de 2012 se registraron dos coaliciones
15
a nivel nacional,
y el
PAN
fue el partido mayor que fue solo. Las coaliciones se han venido con-
solidando como modo normal de los partidos en los niveles estatal y municipal.
Recordemos que en 2010 hubo siete candidatos a gobernador que fueron coali-
13
La salida del consejero presidente del
IFE
, Luis Carlos Ugalde, y de otros consejeros un tiempo después, dio la pauta
para que el grupo parlamentario del
PRD
volviera a tener injerencia en la determinación de los nuevos integrantes
del Consejo General.
14
Recordemos que no sólo Cárdenas, sino también López Obrador, fue en coalición las dos veces que ha sido
candidato presidencial.
15
La del
PRI
, que se registró el 17 de diciembre de 2011 con tres partidos (
PRI
-
PVEM
-
PANAL
) y que en enero de 2012
canceló la alianza con el tercer partido, y la de la izquierda
PRD
-
PT
-Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), que
se sostiene.
146
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
gados y tuvieron éxito en tres entidades ganando la gubernatura: Oaxaca, Puebla
y Sinaloa. Y en tres, las coaliciones opositoras al
PRI
que fueron muy competitivas,
fueron registradas en Durango, Hidalgo y Veracruz. En varias de ellas fueron alia-
dos el
PAN
y el
PRD
, que se supone son partidos antípodas.
16
A este tipo de coalición
se opuso de manera muy marcada el candidato de la izquierda en las dos últimas
elecciones presidenciales y, a pesar de ese rechazo del caudillo, se dieron algunas
de las más exitosas coaliciones. También habría que decir que la coalición de
Oaxaca no fue meramente electoral, como la mayor parte de las que se han dado,
sino que el oaxaqueño puede verse como un gobierno de coalición, al igual que
el de Puebla, aunque en menor grado. Puede decirse que en la mayoría de las
elecciones locales que se desarrollaron durante 2010 y 2011 hubo coaliciones. En
ellas no sólo fueron aliados distintos partidos con registro nacional, sino también
en un buen número de partidos locales, que existen en la mayoría de los estados
de la República. Hay que señalar que las coaliciones que se registraron en los
estados se han conformado para las elecciones que se desarrollaron en 2012.
En estas últimas hubo dos formaciones coaligadas:
a)
PRI
-
PVEM
,
17
que fue la que
se hizo más en esas 22 elecciones en las entidades de 2010 y 2011, y
b)
PRD
-
PT
-
Movimiento Ciudadano (antes Convergencia), que llegó intacta a 2012.
En el nivel municipal, la experiencia coalicionista ha sido muy amplia y muy
variada. Hay casos, como la más reciente elección de Chiapas, en el que se for-
maron con combinaciones partidarias de lo más variado. En dicha elección para
gobernador de ese estado sureño también advertimos una innovación: el Partido
Verde puso al candidato a gobernador y él sacó la más amplia votación que se
hubiera dado en entidad alguna en 2012.
En términos no formales, sino materiales, se están dando coaliciones al in-
terior de los partidos: sus distintas corrientes están pactando. Un ejemplo claro
en la campaña presidencial de 2012 fue la reconciliación y apoyo mutuo entre el
cardenismo y los seguidores de López Obrador, que estaban distanciados.
7. Para sacar conclusiones…
Las coaliciones nos dejan ver varias cosas:
a) Debilidad de los partidos y necesidad de legitimación de los procesos elec-
torales. Ante la carencia de mayoría de ningún partido político en las cá-
16
Esto dio lugar a que se hablara que eran coaliciones antinaturales, que buscaban unir el agua y el aceite.
17
Originalmente para la elección de 2012 se había registrado en esta coalición un tercer partido, el
PANAL
. Pero la
coalición con él fue cancelada por el
PRI
debido a una desavenencia por el número de coaliciones en que se llevaban
candidatos de ese partido.
147
TIEMPO DE COALICIONES: CINCO LUSTROS DE ELECCIONES EN MÉXICO
maras en estos últimos tiempos, las coaliciones son necesarias para sacar
adelante proyectos legislativos, particularmente el
PEF
.
b) El
PRI
, que es el partido más fuerte, ha concitado coaliciones que buscan
derrotarlo, con la aceptación más o menos calculable de que ninguno solo
puede derrotarlo. Dirigentes del
PRI
han alegado que varias de esas coa-
liciones son “contranatura”, lo que resulta un tanto ridículo cuando esta
expresión viene de un partido ampliamente pragmático.
c) La poca relevancia de las diferencias ideológicas y programáticas es algo
cada vez más común en las experiencias de los partidos políticos en el
mundo. No es que haya perdido totalmente su importancia la diferencia
ideológica, es que se ha ido haciendo más notable la
petit diferance
, de
que habla el humor francés.
d) El pragmatismo se ha impuesto. El más pragmático de los partidos ahora
no es el
PRI
, sino el
PANAL
, que tuvo una alianza virtual como la que tuvo
lugar en 2006, donde los votos de los maestros del
PANAL
no fueron para su
candidato presidencial, Roberto Campa, sino para los de los dos candida-
tos de las fuerzas mayores que compitieron: la de Felipe Calderón y la de
Andrés Manuel López Obrador. Recuérdese que en el estado de Veracruz,
para las últimas elecciones locales, la coalición principal fue la del
PAN
con
el
PANAL
, aunque también encontramos la de la izquierda que logró reunir
al
PT
y a Convergencia, para lanzar a un candidato de este último partido
(Dante Delgado). El
PANAL
fue defenestrado en 2012 de la alianza con el
PRI
a nivel nacional, pero desde 2011 tuvo alianzas en los estados, en algunas
de las 15 elecciones locales, y cerca de 800 municipales, así como también
las tuvo en las locales de 2012.
8. El futuro inmediato: signiF cado de
MORENA
.
¿Será un nuevo partido?
Al concluir el proceso de la elección presidencial de 2012, el candidato de las
izquierdas,
AMLO
, decidió romper con los tres partidos que lo postularon como
candidato presidencial. Este personaje ha decidido formar un nuevo partido
político que no cargue con el desprestigio de los partidos de izquierda que por
dos ocasiones lo hicieron su candidato al puesto mayor de elección popular en
nuestro país.
Es cierto que los bene± cios mayores de las dos últimas campañas presiden-
ciales, en términos de las ganancias de posiciones (gobernadores, diputados
federales y locales, senadores o gobiernos municipales) han sido para alguno de
148
FRANCISCO J. PAOLI BOLIO
los tres partidos que han ido coaligados, fundamentalmente para el
PRD
, que es el
único que ganó gobiernos de las entidades federativas, lo que incluye al Distrito
Federal, que es la mayor de dichas entidades.
AMLO
, apoyado por un equipo importante de dirigentes y seguidores, ha desa-
rrollado
movimientos electorales
18
mayores en las dos últimas elecciones sexe-
nales. Se ha dicho que lo que ha impulsado López Obrador es un movimiento
social. Los movimientos sociales, a diferencia de los partidos, son ayuntamientos
efímeros de personas que buscan algún ± n común y en cuanto lo logran se des-
vanecen o se reducen muy ampliamente, mientras los partidos son instituciones
de más larga duración. Contó para sostener esos movimientos electorales con
muchos recursos que provenían de los gobiernos y posiciones parlamentarias
de los partidos que ahora abandona. Pero ahora ha decidido formar su propio
partido, que tendría como base los impulsores de los movimientos electorales
mencionados que todavía se mantengan ± eles a López Obrador.
Es previsible que cuando se registre el Movimiento, que hoy es el de Rege-
neración Nacional (
MORENA
) como partido político (con el nombre que sea), buen
número de perredistas, petistas e integrantes del Partido Movimiento Ciudadano,
se pasen al nuevo partido obradorista. Ese nuevo registro de un partido nacional
puede ocurrir en 2014, si lo que queda de los movimientos electorales cumple
con los requisitos de ley y lo logra. Pero el movimiento electoral puede no llegar
a cumplir los requisitos que señala la ley para obtener el registro. Y entonces
los obradoristas que se mantienen en los partidos existentes (
PRD
,
PT
y
MC
) no
quedarían en el vacío, sino que se mantendrían en ellos.
Si el registro de un nuevo partido promovido por los obradoristas supérstites
de
MORENA
se logra, cambiará radicalmente el
SP
que ha existido durante el último
cuarto de siglo: se establecerá una nueva correlación de fuerzas en el Congreso
y en los gobiernos federal y locales. También hay anuncio de que se formará un
nuevo partido que tiene un nombre muy coalicionista, Concertación Mexicana,
al que no se le ve tanta fuerza. Se trata de una formación que pretende unir
dirigentes de partidos mayores (
PAN
y
PRD
).
19
También parece previsible que si se forma un nuevo partido obradorista, des-
aparezcan el
PT
y
MC
, después de las elecciones de 2015, por no lograr su± cientes
votos para mantener el registro.
18
No se trata de un movimiento social ni de un partido político, sino algo híbrido que podemos llamar movimiento
político en cuanto que persigue fundamentalmente posiciones políticas.
19
Personajes como Espino, ex dirigente nacional del
PAN
, y Arce, Círigo, y Sosamontes, que salieron del
PRD
, que han
declarado que formarán un nuevo partido.