252
*
Profesores-investigadores en la Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales de la
BUAP
.
(
faby1313@hotmail.com
/
juhesa72@hotmail.com
).
D
EBATE
Aquí presentamos dos contribuciones que reF
exionan sobre la discriminación política que, por
razones de género, subsiste de manera fáctica en la sociedad mexicana, y en la poblana espe-
cí±
camente. De esta forma, en una edición en que
IUS
indaga en los diferentes matices de la
vulnerabilidad humana y la respuesta que el derecho ha brindado a ésta, tal enfoque, desde una
perspectiva teórica y empírica, resulta signi±
cativo. Como sostienen sus autores, el objetivo es
mostrar la incongruencia que encierra un discurso que rea±
rma permanentemente la equidad de
género en la integración de la representación popular en México, en contraste con la realidad; su-
cediendo que la escasa representación de la mujer —que se ha producido a cuentagotas, e incluso
a regañadientes— aún no resulta signi±
cativa en la toma de decisiones. La política en México
en el siglo
XXI
continúa siendo un espacio en el que predomina la discriminación y la homofobia.
* * *
Here are two contributions that reF
ect on the political discrimination on grounds of gender,
factually subsists in Mexican society and in Puebla, speci±
cally. Thus, in an edition that
IUS
ex-
plores the nuances of human vulnerability and the response that the law has provided that, such
an approach, from a theoretical and empirical perspective is signi±
cant. As the authors argue,
the aim is to show the inconsistency that contains an address that constantly reaf±
rms gender
equity in the integration of popular representation in Mexico, in contrast with reality, going to
the underrepresentation of women, which is produced a dropper, and even reluctantly still not
signi±
cant in the decision-making. Politics in Mexico in the twenty-±
rst century continues to be
a place where prevailing discrimination and homophobia.
* * *
La inequidad en los espacios
de representación popular
como una expresión de la
otredad: el dilema de las
cuotas de género
Inequality in the areas of
popular representation as an
expression of otherness: The
dilemma of gender quotas
Fabiola Coutiño
Julián Hernández*
Nota introductoria
D
esde la antigüedad, la participación
en el espacio público ha estado li-
mitada, jurídica o fácticamente, para las
mujeres, aunque existen claros ejemplos
de una presencia relevante en la políti-
ca, que, sin embargo, se diluye en una
historia construida con enfoque mascu-
lino. La cuota de género, como parte de
las acciones positivas, implica el reco-
nocimiento de las diferencias históricas
de las mujeres en el acceso a los cargos
de elección popular.
La cuota de género, institucionaliza-
da hace poco tiempo, es resultado de la
pretensión de legitimidad de un sistema
REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS
JURÍDICAS DE PUEBLA, AÑO IV, NO. 26
JULIO-DICIEMBRE DE 2010, PP. 252-290
IUS
253
DEBATE
político mexicano que se presenta como
democrático al priorizar la equidad de
género como una piedra angular del dis-
curso of cial. No obstante, la ocupación
de los espacios de representación popu-
lar dista aún de condiciones reales de
equidad. Así, este artículo se orienta al
análisis de uno de los aspectos más pre-
ocupantes de la democracia moderna: la
Falta de representatividad de las mujeres
en los espacios públicos, respecto a lo
cual podemos señalar lo siguiente:
Es un tema ampliamente debati-
do, tanto por los actores políticos,
como por académicos de diversas
instituciones, nacionales y ex-
tranjeras.
A pesar de la persistente discusión
académica, los avances que se
han dado siguen siendo cuestio-
nables, por cuanto se ref ere a la
prevalencia de órganos de repre-
sentación integrados, en su ma-
yoría, por hombres.
Existe una variedad de enFoques
acerca de las cuotas de género
que re± eja la polémica condición
del debate contemporáneo.
Gran parte del acuerdo gira en
torno a la necesidad de hacer
más equitativa la integración de
los poderes de elección popular,
por lo que respecta a la toma de
decisiones.
Algunos países, como México,
han institucionalizado la cuota
de género, sin verdaderos eFectos
que evidencien la equidad en la
integración f nal de los órganos
de representación popular.
Así, este trabajo se ha dividido en
tres partes, la primera aborda la lucha
por la reivindicación de los derechos
políticos, desde el movimiento Feminis-
ta; la segunda, da cuenta del desarrollo
jurídico derivado de la lucha Femenina
en México
1
para tener presencia política
y espacios de poder; y la tercera, anali-
za la situación real de la representación
política en México que mucho tiene de
discurso y poco de equidad. Como coro-
lario presentamos algunas conclusiones
que enFatizan las aristas del tema.
2. La lucha femenina por
la reivindicación de los
derechos políticos: un largo
y accidentado proceso
Son escasos los episodios de la histo-
ria que nos presentan a la mujer ejer-
ciendo Funciones públicas primordiales,
pues es reciente su participación activa
en la política; sin embargo, desde la
antigüedad tenemos algunos ejemplos
importantes, tal es el caso de la jueza
Débora,
2
que impartía justicia para el
1
Es importante señalar que las conquistas jurídicas que
se obtuvieron con la revolución mexicana y que me-
joraron las condiciones de las mujeres, no fueron fa-
vores recibidos de los constituyentes, sino de la lucha
que ellas mismas emprendieron a favor de sus derechos.
No fueron concesiones otorgadas, sino batallas ganadas
para reivindicar lo que por derecho les pertenecía. Sin
embargo, es necesario tomar en cuenta que, debido a la
escasa información que hay sobre el tema, se destaca la
participación de las serdanistas, mujeres poblanas que
apuntalaron, en un principio, la revolución maderista
en Puebla, y, posteriormente, la revolución constitucio-
nalista, al respecto véase C
OUTIÑO
, F
ABIOLA
, “Las poblanas
y la Revolución Mexicana”
,
Revista del H. Congreso del
Estado de Puebla
, núm. 7, marzo-junio de 2010.
2
Partes de la
Biblia
re±
eren que en aquel tiempo go-
254
FABIOLA COUTIÑO / JULIÁN HERNÁNDEZ
pueblo hebreo, uno de los cargos po-
líticos más antiguos ejercido por una
mujer, a pesar de su pertenencia a un
mundo masculinizado y autoritario;
es también memorable la dinastía de
las faraonas en Egipto, y el papel que
desempeñaban las mujeres en función
de la sucesión hereditaria en el Estado
romano. No obstante, es hasta F nes de
la Edad Media cuando surge una co-
rriente de escritoras que maniF estan su
oposición a la misoginia. Resalta la obra
de Christine
DE
P
ISAN
,
El libro de la ciu-
dad de las mujeres,
escrito en 1405, en
donde hace una férrea defensa de las
mujeres en contra de los ataques de los
escritores de la época.
3
Durante el renacimiento, las muje-
res apoyaron la contrarreforma católica,
para el siglo
XVII
, un grupo de mujeres:
Lucrezia Marinelli, Moderata ±onte y
Arcangela Tarabotti entablan una dis-
cusión sobre el feminismo, parte del
debate giraba en torno al tema de la
educación. Sin embargo, es durante la
ilustración, cuando se lucha abierta-
bernaba a Israel D
ÉBORA
, profetisa, esposa de L
APIDOT
. Ella
Solía sentarse debajo de la palmera de Débora, entre
Ramá y Betel, en la Región montañosa de Efraín. Y los
hijos de Israel Acudían a ella para juicio. Entonces ella
Mandó llamar a Barac hijo de Abinoam, de Quedes de
Neftalí, y le dijo: —¿No te ha mandado Jehovah Dios
de Israel, diciendo: “Vé, toma contigo a 10.000 hombres
de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón, reúnelos
en el monte Tabor, y yo atraeré hacia ti, al arroyo de
Quisón, a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros
y sus escuadrones, y lo entregaré en tu mano”? Barac
le Respondió: —Si tú vas conmigo, yo iré. Pero si no vas
conmigo, no iré. Véase el libro de los Jueces, capítulo 4,
versículo 5 de la
Biblia
católica.
3
Véase la página del Ministerio de Educación y Ciencia,
Universidad de Sevilla, España:
http://www.escritoras
ypensadoras.com/f
chatecnica.php/25,
F
cha de Chris-
tine de Pisan.
mente por los derechos, así, sobresalen
Abigail Adams y Olimpia de Gouges
4
en
la lucha por la igualdad de derechos po-
líticos.
De esta forma, en gran parte, la lu-
cha femenina se orientó a la reivindica-
ción de los derechos políticos: derecho
de votar y ser votada; a la igualdad de
oportunidades, en el ámbito público y
privado; al derecho a la educación y, por
supuesto, a la reivindicación de los de-
rechos civiles.
En ese sentido, la emergencia del
feminismo como movimiento social se
reaF rmó tras una serie de congresos y
conferencias internacionales que tienen
como punto de partida el Primer Con-
greso ±eminista Internacional, celebra-
do en París en 1878. Desde entonces,
en cada país ha tenido eco una serie
de discusiones vinculadas al tema del
género: el papel de la mujer en la vida
pública, la discriminación, la libertad
sexual, la educación, el empleo, etcé-
tera. Lamentablemente, de acuerdo al
4
Para entonces, fueron determinantes las organizacio-
nes, así, a través de la Sociedad de Mujeres Republicanas
y Revolucionarias, presidida por Rosa Lacombe, conjun-
tamente con Olimpia de Gouges, propusieron la Decla-
ración de los Derechos de la Mujer, donde solicitaban la
igualdad del varón y la mujer, la libertad de trabajar y
realización en otras áreas de la vida social y política: la
discusión señalaba que en la Declaración del Hombre y
del Ciudadano, no había espacio para las mujeres que
tanto habían luchado contra el orden monárquico, esto
llevó a la muerte por decapitación a Olimpia en 1793
por orden de Robespierre. Véase I
NCHÁUSTEGUI
R
OMERO
, T
E
-
RESA
y R
ENEAUM
P
ANSZI
, T
ANIA
,
El adelanto de las mujeres
a través del trabajo parlamentario: Comentarios a las
iniciativas de género
en la
LVII
,
LVIII
Y
LIX
Legislatura de
la Cámara de Diputados
, México, Centro de Estudios
para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género-
Cámara de Diputados
LX
Legislatura, colección Género y
Derecho, 4 de junio de 2007, p. 12.
255
DEBATE
Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, la realidad da cuenta de que
la mujer sigue siendo parte de la otre-
dad, lo cual se ref eja en el trato des-
igual y la discriminación, que también
se han llevado al ámbito de la política.
5
El debate internacional sobre las
cuotas mínimas de representación
política tiene al menos 23 años y está
vinculado al discurso democrático; de
hecho, en América Latina, la propuesta
se incorpora, por primera vez, en Ar-
gentina en 1991, de ahí en adelante los
países latinoamericanos han introduci-
do disposiciones jurídicas en la materia,
que tienden a contrarrestar la inequidad
en la representación política: de manera
que entre 1991 y 2000 se incorporaron
cuotas que van del 20 al 40% en Argen-
tina, Bolivia, Costa Rica, Brasil, Hondu-
ras, Ecuador, Perú, Panamá, Paraguay,
República Dominicana y México, ha-
ciendo un total de 11 países.
6
3. Cuotas de género
y participación política en
México: el desarrollo jurídico
En el caso de nuestro país, la cuota de
género tiene como antecedente la lucha
de las mujeres por la reivindicación de
5
De acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (
PNUD
) son pocas las mujeres con empleos
públicos de primer nivel, así entre estas funcionarias
destacan, en Argentina: Cristina Kirscher; en Chile: Mi-
chelle Bachelet; en Irlanda: Mary Mcaleese; en Letonia:
Vaira Vike-Freiberga; en Filipinas: Gloria Macapagal; en
Finlandia: Tarja K. Halonen, como presidentas de su país.
Véase
6
B
ARREIRO
, L
INE
y L
ÓPEZ
, Ó
SCAR
et al
. (2004),
Sistemas elec-
torales y representación femenina en América Latina,
Santiago,
CEPAL
, Serie Mujer y Desarrollo, núm. 54.
los derechos políticos, es decir, al menos
ciento cincuenta años de historia, y esa
demanda se hizo evidente a partir de
que un grupo de zacatecanas solicitaron
a su gobierno el reconocimiento de la
ciudadanía, desde entonces la lucha Fue
continua; pues posteriormente Fueron
las guerrerenses, luego las yucatecas, las
poblanas, etcétera. Las mismas socie-
dades literarias surgidas en el por± riato,
promovían la igualdad jurídica y políti-
ca de las mujeres.
7
La lucha tuvo serias
consecuencias, pues a ± nes del por± ri-
ato, varias mujeres Fueron asesinadas y
otras más Fueron aprehendidas.
8
Desde
luego, también existían congresistas de-
cididos a impulsar las demandas de las
mujeres, como ²élix Álvarez, diputado
poblano, quien en 1873 se maniFestó a
Favor de ampliar las prerrogativas ciu-
dadanas.
La demanda de igualdad política Fue
lograda a medias y a cuentagotas. Las
primeras conquistas se hicieron en el
ámbito local, así, Fueron Chiapas, Ta-
basco y Yucatán los estados que am-
pliaron los derechos políticos, otorgan-
do el derecho de voto a las mujeres;
posteriormente, San Luis Potosí hizo su
reForma en 1923, pero todavía no esta-
ban dadas las condiciones ni jurídicas,
ni culturales, para que la mujer ocupa-
ra espacios de representación política,
no por su Falta de capacidad, sino por
la apropiación de los espacios públicos
con un discurso que Fundamentaba la
desigualdad. Así, los triunFos de las mu-
7
Consúltese
Mujeres en México, siglo
XX
(2003), infor-
mación publicada por la Asociación de Mujeres Univer-
sitarias de Jalisco,
A
.
C
., México.
8
Idem
.
256
FABIOLA COUTIÑO / JULIÁN HERNÁNDEZ
jeres para el tema que nos ocupa pue-
den observarse en el Anexo 1.
Así, la lucha por la igualdad política
no sólo se hace evidente a partir de los
logros jurídicos, sino en los escenarios
reales de competencia por el poder, en
donde las instituciones se orientaron
siempre a favorecer a los hombres, por
ejemplo, en 1918, Hermila Galindo se
postuló como candidata a diputada por
distrito 5 del Distrito Federal, como era
de esperarse, el triunfo se le reconoció
a su contendiente, sin embargo, ella
gozaba de una amplia simpatía de los
ciudadanos y las ciudadanas, de manera
que se generalizó la idea de su triun-
fo, aunque el Colegio Electoral nunca
lo reconoció;
9
en otro escenario, el Par-
tido Socialista del Sureste, que había
considerado entre sus estatutos la pro-
moción de las mujeres en los espacios
de representación popular, postuló a
la profesora Rosa T
ORRES
G., en 1922,
quien triunfó y fue la primera mujer
que desempeñó un cargo de elección
popular en el país, el de regidora del
Ayuntamiento de Mérida, con la cartera
de Prensa y Bene± cencia.
10
Pero estas historias no tuvieron con-
tinuidad, pues las mujeres se estaban
enfrentando con el poder político au-
toritario, de esta forma, aunque al año
siguiente, el Partido Socialista del Sur-
este registró fórmulas de candidatas a
diputadas al Congreso de Yucatán, a
pesar de que triunfaron, no pudieron
concluir su periodo, pues el gobernador
9
Dimensión antropológica
.
La historia del voto feme-
nino en México
, núm. 25, 2002.
10
Véase
Mujeres en México, siglo
XX
, publicación de la
Asociación de Mujeres Universitarias de Jalisco,
A
.
C
.
fue asesinado y ellas fueron amenaza-
das.
11
Esto trajo como consecuencia len-
titud en cuanto al desarrollo jurídico,
pues no era en ese momento intención
de los poderes federales apostar a la
equidad de género y, mucho menos,
compartir la representación popular con
las mujeres, así que los Estados amplia-
ron los derechos políticos en periodos
distintos, como se observa en el primer
esquema.
Por otra parte, el problema es que
existen excepciones que están estableci-
das en el mismo
COFIPE
, de acuerdo con
ello, el segundo párrafo del artículo 219
señala que quedan exceptuadas las can-
didaturas de mayoría relativa que sean
resultado de un proceso de elección
democrático, conforme a los estatutos
de cada partido, lo cual implica que esto
se convierta en una de las barreras in-
stitucionales, pues, obviamente, repre-
senta una desventaja para las mujeres.
Además, es preciso considerar otras dis-
posiciones, tales como las que derivan
del Acuerdo del Consejo General del
IFE
del 10 de noviembre de 2008:
Reglas en
materia de paridad de género.
Ciertamente, la reforma al régimen
sancionador electoral del
COFIPE
incorporó
disposiciones relativas al incumplimiento
de la cuota de género (véase Anexo 2);
no obstante, una cosa es que ellas for-
men parte de las listas y fórmulas que
11
La represión, obviamente, tuvo fuertes implicaciones
en los intentos de competir políticamente, pues las mu-
jeres, frecuentemente eran amenazadas para desistir en
la lucha por la igualdad política, no obstante, el camino
ya se había trazado, aunque habría que esperar algunos
años más para que su lucha al F
n fuera reconocida.
257
DEBATE
presentan los partidos políticos y otra
cuestión es la forma en que se integran
F nalmente los órganos de representa-
ción popular.
Así, aunque la sanción implique
el no registro de las candidaturas por
incumplimiento de la cuota de géne-
ro, estas disposiciones no tienen efec-
to, porque no existe en el país ningún
ordenamiento jurídico que garantice la
equidad de género en la representación
política, lo cual signiF ca que el partido,
al observar las disposiciones contenidas
en el
CO±IPE
, únicamente lo hace para
cumplir con la formalidad exigida. A
continuación veremos el distanciamien-
to entre el discurso, que se sustenta en
el contenido jurídico, y la integración
F nal de los órganos de representación
popular.
4. Discurso y realidad:
la inequidad en la
representación política
A) Las mujeres como sector
dominante
Sabemos que desde hace algunos años
el número de mujeres ha superado al
de los hombres en México. La idea de
equilibrar la representación política ten-
dría que considerar este aspecto, pero
en realidad no suele ser así (véase el
Anexo 3).
Ahora bien, consideramos que la re-
presentación política no equilibra una
proporcionalidad en términos del por-
centaje tenido por hombres y mujeres
dentro del padrón electoral nacional
(que favorecería ligeramente a la mu-
jer), podría hacerlo en función de una
equidad de género y asignar un 50%
para cada sexo dentro de la asignación
de representación política formal. Esta
situación no considera en su propuesta
a los sectores homosexual, bisexual o
gay, que seguramente en futuros años
aparecerán en la agenda de discusión
para reclamar formalmente espacios en
la representación política.
B) La ocupación de espacios de
representación popular por
mujeres en México
a. En la Cámara de Diputados
Dentro de la composición actual de la
cámara de representantes, tenemos que
las mujeres alcanzan casi un cuarto del
total de legisladores federales, muy lejos
del 50% de su aporte al padrón electo-
ral nacional; sin embargo, por encima
de su porcentaje de representación en
las gubernaturas y en las presidencias
municipales, según los anexos 5 y 6,
obtenidas por el género femenino. Véa-
se Anexo 4.
b. En las gubernaturas de los
estados de la República
En lo que respecta a la participación
de la mujer dentro de la composición
actual del universo de gobernadores
del país, tenemos que es prácticamente
muy reducida, puesto que sólo cuen-
ta con una representación, siendo aun
menor su presencia porcentual que la
existente en las presidencias municipa-
258
FABIOLA COUTIÑO / JULIÁN HERNÁNDEZ
les en todo el territorio nacional. Si la
democracia fuera medida en términos
de la distribución de paritaria entre los
cargos de representación política obte-
nida por los hombres y las mujeres, en el
caso de las gubernaturas, no existiría un
horizonte democrático (véase Anexo 5).
Por lo anterior, vale decir que no
vemos un cambio próximo en esta tó-
nica de
masculinizar
en la práctica el
cargo a la primera magistratura de los
estados en el país. Hecho que desde
nuestro punto de vista, viene apareja-
do a una cultura política, dentro de las
elites partidistas, así como en muchos
sectores sociales regionales construidos
en la tradición machista del ejercicio del
poder político.
c. En las presidencias
municipales
La representación de la mujer dentro
de la esfera municipal es signiF cativa
mas nada proporcional, pero a su vez
hace evidente que la presencia política
cubierta por el sector femenino resulta
muy limitada dentro del ámbito micro-
regional (véase Anexo 6), nada extraño
a lo que ocurre en la esfera de la Cámara
de Diputados y en las gubernaturas en
el país. Sin embargo, este ámbito nos
permite conjeturar sobre tres escena-
rios posibles que expliquen la realidad
municipal, primero, la que argumenta-
ría un desinterés y escasa participación
política electoral de las mujeres en las
elecciones locales (tanto para ser can-
didatas a un cargo de representación
como para acudir a emitir su sufragio),
o bien, segundo, considerar que el sec-
tor femenino presenta una aceptable
participación política electoral dentro
del municipio, pero que dentro del ám-
bito de las elites partidistas tienen una
limitada participación para orientar la
selección de candidatas mujeres por
parte de las dirigencias partidistas. Por
último, el tercer escenario, signiF caría
que los electores, tanto hombres como
mujeres, no simpatizan con las candi-
datas mujeres para asumir el cargo de
presidente municipal, lo que nos habla-
ría de una cultura localista mayoritaria
en muchos municipios del país, donde
se concibe el ejercicio del cargo del pre-
sidente municipal, sólo a través de la
F gura masculina. Véase Anexo 6.
5. Conclusiones
Es evidente que la mujer, tanto a nivel
nacional como internacional, continúa
batallando contra los obstáculos, cultu-
rales, institucionales y económicos, para
acceder a los espacios de representación
popular, por lo siguiente:
La mujer sigue formando parte de
la otredad, pues de acuerdo al análisis
de la representación política en México,
puede observarse el grave problema de
inequidad en la ocupación de los cargos
de elección popular: la integración, en
ninguno de los niveles de poderes de
elección popular, la mujer se acerca al
porcentaje establecido en la normati-
vidad federal, independientemente de
la cuota establecida en los estados, en
donde la diferencia suele ser, incluso,
mayor. Por lo que se observa en el caso
de los ayuntamientos, los datos son, in-
cluso, alarmantes.
259
DEBATE
No hay congruencia entre la serie de
cambios institucionales en materia de
cuota de género, que se han realizado
en los últimos 15 años y la integración
f nal de los espacios de representación
popular.
El número de mujeres que integran
la población tanto en el ámbito Federal
como en el local determina la necesidad
de garantizar una representación más
equitativa, pues los cargos de elección
popular siguen estando ocupados, en
su mayoría por varones, lo cual aFecta
la toma de decisiones, pues sus conte-
nidos suelen tener enFoque masculino,
al no contemplar las necesidades e inte-
reses de las mujeres, esto se observa en
temas como la maternidad subrogada y
el aborto, entre otros.
La cuota establecida en las leyes,
Federal y locales es insuf ciente para
garantizar equidad en los espacios de
representación, pues está demostrado
que las suplencias son para las mujeres,
se les coloca en posiciones en las cuales
se sabe que van a perder, se les pre-
siona para renuncia del cargo cuando
triunFaron o son manipuladas dado su
escaso número en los cargos de elección
popular.
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A
NEXO
1. D
E
LA
LUCHA
POR
LA
IGUALDAD
POLÍTICA
A
LAS
CUOTAS
DE
GÉNERO
Año
Reforma
Estado
Contenido
1916
Constitucional
Chiapas, Tabasco
y Yucatán
Se establece la igualdad de derechos políticos para el hombre
y la mujer.
1922
Constitucional
Yucatán
Primer estado en reconocer el derecho a las mujeres de votar
y ser electas no sólo en elecciones municipales.
1923
Constitucional
San Luis Potosí
Ampliación de los derechos políticos a las mujeres para las
elecciones municipales de 1924 y para elecciones estatales
de 1925 en adelante, a condición de saber leer y escribir, y no
pertenecer a ninguna asociación religiosa.
1925
Constitucional
Chiapas
Se reconoce la ciudadanía de la mujer a partir de los 18 años,
y la igualdad de derechos políticos.
1936
Constitucional
Puebla
Artículo 33. Son ciudadanos los varones y mujeres poblanos
mayores de 18 años si son casados o de 21 si no lo son, en
pleno ejercicio de sus derechos políticos y civiles.
261
DEBATE
Año
Reforma
Estado
Contenido
1947
Constitucional
Federación
Reconocimiento del derecho de las mujeres a participar en
contiendas electorales municipales.
1953
Constitucional
Federación
Mediante la reforma a los artículos 34 y 115 se otorgan, am-
pliamente, los derechos políticos a las mujeres mexicanas.
1993
COFIPE
Federación
Artículo 175, fracción
III
: Los partidos promoverán una mayor
participación de las mujeres en la vida política del país, a
través de su postulación a cargos de elección popular.
1996
COFIPE
Federación
Artículo 5o. Los partidos considerarán en sus estatutos que
las candidaturas a diputados y senadores no excedan el 70%
para un mismo género y promoverán una mayor participa-
ción de las mujeres en la vida política del país.
1997
Constitución
Chihuahua
El artículo 40 establece no más del 70% para un mismo gé-
nero en el registro de las listas de candidatos propietarios y
suplentes para las diputaciones plurinominales.
2000
CIPEEP
Puebla
Se incorpora la cuota de género del 30% para la designación
de candidaturas a diputados.
2002
COFIPE
Federación
Artículo 175, inciso
a
. De la totalidad de solicitudes de regis-
tro, tanto de diputados como de senadores, que presenten los
partidos o las coaliciones ante el
IFE
, en ningún caso incluirán
más del 70% de candidatos de un mismo género.
2008
COFIPE
Federación
Artículo 219, primer párrafo. De la totalidad de registro tan-
to de las candidaturas a diputados como de senadores, que
presenten los partidos o las coaliciones ante el
IFE
, deberán
integrarse con al menos 40% de candidatos propietarios de
un mismo género, procurando llegar a la equidad.
Artículo 220. Las listas de representación proporcional se in-
tegrarán por segmentos de cinco candidaturas. En cada uno
de los segmentos de cada lista habrá dos candidaturas de
género distinto, de manera alternada.
F
UENTE
: Elaboración propia con información de Constituciones locales y del
COFIPE
.
A
NEXO
1. D
E
LA
LUCHA
POR
LA
IGUALDAD
POLÍTICA
A
LAS
CUOTAS
DE
GÉNERO
(
CONTINUACIÓN
...)
262
FABIOLA COUTIÑO / JULIÁN HERNÁNDEZ
A
NEXO
2. S
ANCIONES
A
LOS
PARTIDOS
POLÍTICOS
NACIONALES
POR
INCUMPLIMIENTO
DE
LAS
CUOTAS
DE
GÉNERO
Precepto
Conducta sancionada
Tipo de sanción
Artículo 221,
primer párrafo
Cerrado el registro de candidaturas, si un partido político o coa-
lición no cumple con lo establecido en los artículos 219 y 220,
el Consejo General del Instituto Federal Electoral le requerirá en
primera instancia para que en el plazo de 48 horas, contadas a
partir de la noti±
cación, recti±
que la solicitud de registro de can-
didaturas.
Amonestación
pública
Artículo 221,
segundo párrafo
Haber dejado transcurrir el plazo de 48 horas, sin realizar la susti-
tución de candidatos. Será acreedor a una amonestación pública
y el Consejo General del Instituto Federal Electoral le requerirá, de
nueva cuenta, para que en un plazo de 24 horas, contadas a partir
de la noti±
cación, haga la corrección.
Amonestación
pública
Artículo 221,
segundo párrafo
Haber dejado transcurrir el plazo de 24 horas, sin realizar la susti-
tución de candidatos.
Negativa del registro
de las candidaturas
correspondientes
F
UENTE
: Elaboración propia con información de Constituciones locales, leyes electorales locales
y del
COFIPE
.
A
NEXO
3. P
ADRÓN
ELECTORAL
:
DISTRIBUCIÓN
DE
CIUDADANOS
POR
GÉNERO
*
Género
Ciudadanos
Porcentaje
Hombres
39,079,713
48.26%
Mujeres
41,889,479
51.74%
Total
80,969,192
100%
* De acuerdo a la conformación del padrón electoral nacional vigente al 2010.
263
DEBATE
A
NEXO
3. P
ADRÓN
ELECTORAL
:
DISTRIBUCIÓN
DE
CIUDADANOS
POR
GÉNERO
(
CONTINUACIÓN
...)
F
UENTE
: Elaboración propia con información actualizada al mes de noviembre de 2010 con datos
de la página del
IFE
:
.
A
NEXO
4. I
NTEGRACIÓN
DE
LA
C
ÁMARA
DE
D
IPUTADOS
POR
GÉNERO
Género
Número de integrantes
Porcentaje
Hombres
384
76.80%
Mujeres
116
23.20%
Total
500
100%
F
UENTE
: Elaboración propia con información actualizada de acuerdo a los resultados del proceso
electoral 2010, obtenidos en
mexico-solo-23-2-por-ciento-de-500-diputados-electos-son-mujeres
.
264
FABIOLA COUTIÑO / JULIÁN HERNÁNDEZ
A
NEXO
5. P
ORCENTAJE
DE
GOBERNADORES
,
SEGÚN
SU
GÉNERO
Género
Porcentaje
Número de gobernadores
Hombres
96.80%
31
Mujeres
3.20%
1
Total
100%
32
F
UENTE
: Elaboración propia con información actualizada de acuerdo al proceso electoral de 2010,
obtenida en
.
Género
Porcentaje
Número de presidentes municipales
Hombres
5%
122
Mujeres
95%
2323
Total
100%
2445
A
NEXO
6. P
ORCENTAJE
DE
PRESIDENTES
MUNICIPALES
,
SEGÚN
SU
GÉNERO
265
DEBATE
A
NEXO
6. P
ORCENTAJE
DE
PRESIDENTES
MUNICIPALES
,
SEGÚN
SU
GÉNERO
(
CONTINUACIÓN
...)
F
UENTE
: Elaboración propia con información o± cial actualizada a 2009, obtenida en:
http://ro
tativo.com.mx/nacionales/presidentas-municipales-electas-acuden-a-diplomado/40022/html
.
* * *