El área de investigación del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla y la Universidad
Autónoma de Puebla han publicado recientemente la obra
La investigación y la comunica-
ción científ
ca en la ciencia jurídica
, obra que se distancia de otras que abordan la inves-
tigación en el derecho por la manera en que es proyectado el proceso de investigación y
la vinculación que realiza entre éste, los resultados que se obtienen y su comunicación
***
The area of research at the Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla and the Universidad
Autónoma de Puebla have recently published the book
The scientif
c research and com-
munication in legal science
, a production that departs from other research dealing with
the way law is projected in research process and the link made between it, the results
obtained and their communication
***
R
ESEÑA
La investigación y la
comunicación científ
ca en
la ciencia jurídica /
Communication and
scientific investigation in
juridical sciences
Evelio F. Machado Ramírez
R
ecién acabo de leer el libro cuyo
título encabeza esta reseña, de
autoría del Dr. Carlos M. Villabella Ar-
mengol. Su lectura me ha llamado a
ref exiones sobre el proceso de la inves-
tigación en esta ciencia, término que
sin la extensión del concepto, se ha ido
modi± cando a medida que han surgido
nuevos en²oques para el tratamiento de
los ²enómenos en esta dimensión del
conocimiento social.
Ciertamente, y desde su carácter
polémico, son actualmente variados los
signi± cados atribuidos a la expresión
investigación
, dependiendo de la diver-
sidad de objetivos y características que
se establecen para una actividad de en-
vergadura en el campo especí± co de la
ciencia de la cual se trate. Su temática,
por tanto, me conduce inevitablemen-
te a ref exionar ya que son notorios los
obstáculos metodológicos con que ella
choca pero, como siempre he a± rma-
do, debemos tener en cuenta que los
di²erentes modos de realizar una inves-
tigación poseen disímiles posibilidades
gnoseológicas y restricciones; y justa-
mente, en ese di²erente punto de vis-
ta que poseen no siempre se ²avorecen
las necesidades de la investigación de
acuerdo con sus ± nes.
Su obra, así expuesta, nos da cuenta
de que no podemos encauzar el pro-
ceso investigativo a partir de una mera
309
310
IUS 24
|
INVIERNO
2009
REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
o simple cuantif cación o cualif cación
tomando a éstas como excluyentes o
incluyentes una de la otra. El proceso
de investigación en el ámbito social, en
específ co la ciencia jurídica, como bien
def ende, debe producir una tendencia
al conocimiento y la transFormación de
la realidad social como lo que ella es,
no una, no otra, sino algo diFerente e
integral como expresión de una síntesis
del proceso del conocer. Por ello siem-
pre he sido deFensor de que la com-
plejidad de las sociedades requiere de
modos de análisis que contemplen otras
posibilidades que sean recreadas a las
particularidades donde se desarrolla ese
proceso tal como nos devela el Dr. Villa-
bella Armengol.
La investigación y la comunicación
científ
ca en la ciencia jurídica
se vis-
lumbra como una posibilidad, de len-
guaje asequible pero cientíFico, con
argumentos sostenibles, donde se abre
la posibilidad de ruptura y discusión con
la literatura actual sobre la temática, al
margen de textos que no son otra cosa
que una continua, simple y reiterada re-
producción académica de concepciones
que la propia evolución en ese campo
ha demostrado como improcedentes.
Cada uno de los capítulos es un esta-
do del conocimiento en la investigación
jurídica, de la lógica del pensamiento y
son un esFuerzo de concentración, sis-
tematización e interrelación de diver-
sos aspectos de esta ciencia donde los
sujetos de la investigación constituyen
el núcleo gordiano del proceso, por lo
que está de más expresar que la obra
está llamada a convertirse en un punto
obligado de reFerencia para cualquier
trabajo serio de investigación que en
ese campo se realice.
La obra de
Villabella Armengol se
inscribe, sin ambages, en el proceso
de la investigación jurídica en nuestro
contexto nutriéndose del conocimiento
universal y en la realidad en la cual los
proFesionales de ese campo desarrollan
su labor aquí y hoy. Como toda obra
seria y proFunda, rebasa no sólo las in-
tenciones del autor, sino sus mismas
Fronteras político-culturales e ideológi-
cas, impulsando sus aportes hacia di-
mensiones donde no sólo se aplique el
arte de investigar
sino su incorporación
además como parte del ejercicio proFe-
sional, en lo cual me permito proFun-
dizar un tanto más por su importancia
y por visualizarlo también desde otra
perspectiva a diFerencia de autores que
tradicionalmente han sido de reFerencia
en la disciplina.
Retomando el hilo conductor con
que di comienzo, es conocido que un
término de amplia complejidad y trata-
miento dentro de la teoría, específ ca-
mente científ ca, es el de
investigar
por
los múltiples y diversos signif cados que
se le atribuye según los campos y pro-
pósitos de su aplicación en la sociedad.
Por ejemplo, visto desde varias pers-
pectivas J. Best lo def ne como “un
proceso Formal, sistemático e intensivo
en el cual se aplica el método científ -
co de análisis”. Por su parte S. Kellinger
lo señala como una actividad “siste-
mática, controlada, empírica y crítica,
de proposiciones hipotéticas acerca de
las presuntas relaciones entre Fenóme-
nos naturales”. A. Canales apunta que
es “el estudio sistemático, empírico, re-
RESEÑA
f exivo y crítico de proposiciones hipo-
téticas sobre supuestas relaciones que
existen entre Fenómenos naturales. Per-
mite descubrir nuevos hechos o datos
en cualquier campo del conocimiento
humano”. B. Malinowski, desde la socio-
logía, expresa que es estudiar “todos los
detalles observados y extraer la síntesis
sociológica a partir de todos los sínto-
mas de diversa índole y descubrir qué
cosas son las constantes y signi± cati-
vas y cuáles accidentales…” A. Nogales,
desde la investigación de mercados re-
seña que “es una Función del
marketing
que consiste en la obtención sistemática
de inFormación y posterior análisis para
apoyar a la dirección en la toma de de-
cisiones”. Desde un punto de vista más
amplio del proceso H. Bayarre Vea y R.
HosFord Saing abundan que “es aquel
proceso de carácter creativo que pre-
tende encontrar respuestas a problemas
trascendentes mediante la construcción
teórica del objeto de investigación, o
mediante la introducción, innovación
o creación de tecnologías”,
de± nición
que tiene en cuenta el carácter proce-
sal de dicha actividad en la que, según
ellos, mucho tiene que ver la creatividad
del investigador al aplicar ciertos méto-
dos y procedimientos en la solución de
problemas de investigación que consti-
tuyen, en última instancia, su origen o
razón de ser.
²inalmente, en otros términos, R.
Hernández Sampieri, C. ²ernández Co-
llado y L. P. Baptista Lucio, quienes han
sido reFerentes para muchos investi-
gadores en esta ciencia quizás de una
manera un tanto acrítica de lo social,
apuntan que ella es “sistemática, con-
trolada y crítica. Sistemática y controla-
da quiere decir que hay una disciplina
constante para hacer investigación cien-
tí± ca y que no se dejan los hechos a la
casualidad. Crítica, implica que se juzga
constantemente de manera objetiva y
se eliminan las preFerencias personales
y los juicios de valor”.
En resumen, dichas de± niciones en
algunos casos prestan atención al pro-
ceso y lo de± nen como
formal
,
siste-
mático
,
intensivo
,
reF
exivo
,
crítico
, etc.
En otras se hace énFasis en su papel
relevante para la adquisición de cono-
cimientos posterior al
descubrimiento
de los hechos que interesan; ± nalmen-
te aquellas que se centran en la
expli-
cación
,
la comprensión y la predicción
acentuando su Función como
inventa-
rio
,
colección
y
observación de hechos
.
Muchos han atribuido a la palabra
investigar una alta complejidad, y por
la enorme variedad de actividades dis-
torsionan ideológicamente su alcance.
Asti Vera lo ha expresado de la siguiente
manera: “El empleo no siempre riguroso
de la palabra investigación ha inducido
a algunas identi± caciones abusivas.
..”
De lo hasta aquí expresado pueden
mencionarse algunas ideas:
I
) Sus signi± cados están general-
mente enFocados desde la perspectiva
del investigador en tanto proFesional
dedicado en especí± co a esa activi-
dad;
II
) Ocasionalmente es vista a par-
tir de una percepción y modi± cación
unilateral de la realidad en crisis —o
simple contemplación— por parte del
sujeto investigador y no desde la ac-
ción recíproca de los sujetos, por lo
311
que no se evidencia nítidamente el ca-
rácter transformador y humanístico del
proceso investigativo;
III
) En su lectura se denota que mu-
chos de sus signiF cados parten, en lo
esencial, de una in± uencia heredada
de las ciencias naturales y de su pre-
dominio sobre las ciencias sociales en
el decursar del tiempo.
Del volumen de deF niciones anali-
zadas no encontramos evidencias que
apunten a su inclusión como activi-
dad inherente al quehacer profesional,
como modo de actuación para la solu-
ción de problemas.
Entonces, debido a la multiplicidad
de criterios acerca de la deF nición del
concepto
investigar
y de las tendencias
y enfoques actuales, es que me inscribo
a la concepción que durante varios años
he defendido acerca de la deF nición
amplia
y
estrecha
de dicho concepto.
En lo referido a la primera, producto
de su interés para lo que deseo argu-
mentar como parte de este análisis a
esta obra, ello signiF ca que cualquier y
cada profesional debe ser portador de un
método científ
co
capaz de transformar
los sujetos, procesos y el contexto estre-
cho o amplio en el cual desempeña su
labor. Él es, no sólo quien ha aprendido
a través de cursos sobre una disciplina,
verbi gratia
, metodología de la investi-
gación, sino aquel que ha desarrollado
una
cultura proFesional y científ
ca
para
enfrentar eF cientemente su labor.
En ese sentido, deF endo la idea y
además como
valor agregado
a la obra
del Dr. Villabella Armengol de que la
ciencia y la investigación deben llegar a
constituirse en un
estilo de pensamien-
to y de acción
que no puede ser consi-
derado como una tarea más dentro del
entorno laboral de cada cual, sino como
un
modo de actuación
,
de hacer proFe-
sional
porque precisamente a los egre-
sados universitarios en cualquier carrera
les corresponde, en el presente siglo del
conocimiento y la información, la mi-
sión explícita de enfrentar su entorno
laboral y social transformadoramente.
No son suF cientes por sí solos los
rudimentos teóricos que aporta la me-
todología de la investigación en una
carrera universitaria y menos en el cam-
po de las ciencias jurídicas, es también
evidente la necesidad de que cada cual
llegue a poseer otras cualidades signiF -
cativas tales como
espíritu creativo e in-
novador, sentir constante y permanente
inspiración hacia la obra que se crea y
en la cual participan activamente
,
estar
comprometidos con la necesidad de lo-
grar un salto en el desarrollo socioeco-
nómico
,
de elevación cultural
,
etcétera.
Ése es el caso en que se puede hablar
de una postura vinculada con
la investi-
gación desde adentro
, de la
investigación
desde las entrañas del proceso laboral
,
de una investigación no empírica
desde
la propia actividad
, que por necesidad
debe ser continua, sistemática, re± exiva,
perfectible y dialéctico-transformadora,
postura que no debe perder de vista la
perspectiva de lo social y el carácter hu-
manista del proceso.
Así, sobre estos fundamentos es
que hago énfasis en que la investiga-
ción también es un tipo de actividad
cientíF ca “sistemática y cotidiana” en
el marco de la labor profesional en la
cual se establecen interrelaciones con
312
IUS 24
|
INVIERNO
2009
REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
los diversos sujetos y procesos sociales,
económicos, productivos, políticos, etc.,
y cuya función principal es, con la ayu-
da del método cientíF co, solucionar las
contradicciones en ese ámbito, lo cual
traerá consigo la obtención y/o perfec-
cionamiento de conocimientos y prácti-
cas para los sujetos intervinientes y para
la continuidad y ascenso de los procesos
involucrados.
En otros términos: ¿qué es la cien-
cia?, ¿qué es lo cientíF co y lo no cien-
tíF co? Estas preguntas y sus respuestas
deben formar parte del acervo cultural
de todos los profesionales y no estar re-
servadas a una minoría; sus respuestas
poseen la característica de ser compren-
didas y practicadas por la cultura colec-
tiva que funda la existencia humana y
llega a todas las dimensiones de socia-
lización.
Gracias a —o a pesar de— sus orí-
genes, no dudamos que conforme a
la intención del autor, consciente de
sus fortalezas y temeroso de sus debi-
lidades, esta obra representa una gran
aportación “al debate, la polémica y la
creación” en el campo de la investiga-
ción jurídica.
Cimentando sus re± exiones en prin-
cipios que considera inamovibles, nos
invita a pensar en la posibilidad de
cuestionarnos lo dado como cierto y
plantearnos los límites a la inercia en
el concepto y el lenguaje, que nos hace
aceptar, de manera inconsciente, como
verdadero lo que de manera consciente
merecería, cartesianamente, ser duda-
blemente aceptable. Emprende así sus
análisis y re± exiones en la lógica del
proceso investigativo, sugiriéndonos la
aceptación de ideas novedosas como
posición teórico-metodológica, que al
estilo foucaltiano, para los occidenta-
les, convocan a la subversión e invitan a
excavar en busca de nuevas estructuras
del saber.
Se trata de un libro fruto de un estu-
dio serio y pormenorizado. En su con-
tenido se aprecia una ruptura respecto
a textos que se centran principalmente
en presentar resultados de investigacio-
nes/intervenciones realizadas en con-
textos jurídicos y/o hacen hincapié en
el ideario teórico-epistemológico de los
participantes o de otros que parecen ser
fruto de la repetición editorial de ma-
nuales. Un segundo aspecto hace inteli-
gible que los diversos capítulos incluidos
en la obra no compartan aspectos como
la complementación, la yuxtaposición
y/o la asimilación acrítica de términos
vigentes en la especialidad.
Es interesante como vehicula térmi-
nos para otorgarles sentidos muy precisos
en este campo del saber jurídico y en los
marcos teóricos en que se inserta la obra.
Se trata de una manera de obser-
var la metodología que puede resultar
atractiva a cualquier especialista que no
comulgue con los planteamientos po-
sitivistas en investigación social y que,
al mismo tiempo, se resista a generar
teorías que no contribuyan a una trans-
formación/mejora de la sociedad.
Así, propugna una combinación de
teoría y práctica, una combinación con-
cebida como tan indisoluble y dentro de
la cual la teoría sólo tendría sentido si
muestra su validez a través de su capa-
cidad para contribuir a la lucha por una
sociedad superior.
RESEÑA
313
Finalmente veo que utiliza un len-
guaje científ co esclarecedor, en contra
de los que argumentan que el lenguaje
hegemónico en la Academia es machis-
ta, pues permite —entre otras cosas—
una escritura más agradable a la lectura
y, sin duda, se acomoda mejor a la pre-
ocupación estética por la ciencia.
Considero que este libro puede
aportar a un pro±esional de las ciencias
jurídicas interesado en cuestiones meto-
dológicas y epistemológicas de la inves-
tigación, que por esta razón se anima
a leer una obra que lleva por título
La
investigación y la comunicación científ
-
ca en la ciencia jurídica
, que piensa que
el método, el problema, la hipótesis, etc.,
e±ectivamente no son un
a priori
, sino
aquellos que van apareciendo durante
el proceso de investigación y que, por
otro lado, está convencido de que, dado
lo anterior, la re² exión sobre el método
no tiene sentido si no se ref ere a las
operaciones mentales y posiciones teóri-
co-metodológicas concretas que tienen
lugar durante el proceso de investiga-
ción. Y tiene el acierto de ir describiendo
el ² ujo dialéctico —y, por supuesto, no
lineal— de actos de vigilancia gnoseo-
lógica que se van llevando a cabo para
desentrañar los problemas jurídicos.
Deseo ±elicitar al Dr. Carlos M. Vi-
llabella Armengol por su es±uerzo, por
su obra y por el impacto que de seguro
tendrá en la comunidad científ ca. En
resumen, ella presenta una invaluable
novedad pues ha sabido recrear el cam-
po ilimitado que o±rece la teoría para
la creación y la elevación de la socie-
dad. Nos propone un estudio de una
importancia capital e inspirada en la
realidad que en±rentan los pro±esiona-
les de las ciencias jurídicas, los cuales
±ortalecen con su labor las trans±orma-
ciones esenciales de nuestros países.
La certeza de presentar un texto como
éste de valía hace que los es±uerzos de
su publicación parezcan poco.
314
IUS 24
|
INVIERNO
2009
REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
***